jueves, 30 de abril de 2009

Novios?? ó Salimos???


A muchas nos ha sucedido que después de estar saliendo algún tiempo con un chico que nos gusta, nos preguntamos ¿Y ahora qué?....., llega un momento en la relación en que es necesario definir si somos o no novios.

Comencemos con la etapa de las citas. Esta etapa es muy linda y romántica; ¿Qué tal cuando marca a tu cel? saltas sobre el teléfono al ver su nombre en la pantalla cada vez que te llama, tratas de controlar tus impulsos, ya que antes de contestar la llamada, gritas, brincas, uuuuu y de pronto, contestas fingiendo un tono de voz neutral "hola".

Después de algunas citas, comienzan las demostraciones de afecto, con concesiones que solo se hacen a un novio, o bueno eso se supone, y pasamos infinidad de tiempo de la misma manera evitando pasar al siguiente nivel. Si uno de los dos quiere algo más formal, ¿se rompe la magia ó se crea otra? y es posible que la otra persona salga huyendo y jamás la vuelves a ver.

Hemos aprendido que una relación informal es muy frágil, cuando llega el momento de decidir cuál será el siguiente paso, no sabemos como iniciar una conversación seria al respecto y simplemente lo damos por entendido o continuamos como siempre; es decir no hacemos nada, porque si hacemos lo más sencillo que es preguntárselo, sonaría tonto y podríamos salir heridas.

Es verdad que una relación libre es más emocionante, divertida y menos complicada; mientras que un noviazgo implica obligaciones, derechos y sobre todo compromiso y sabemos que muchos chic@s le tienen miedo.

Hay algunas personas que dicen que con una relación seria eres más feliz, pero ¿Tendrán razón? ¿Estaremos perdiendo el tiempo? ¿Qué es mejor?

sábado, 25 de abril de 2009

MI DECLARACION DE AUTOESTIMA

Yo soy yo.

En todo el mundo, no hay nadie más exactamente igual a mí. Hay gente que tiene algunas partes iguales a las mías, pero nadie da como resultado alguien exactamente igual a mí. Por lo tanto, todo lo que sale de mí es auténticamente mío por que yo sola lo elijo.
Yo soy dueña de todo lo que me concierne: mi cuerpo, incluyendo todo lo que hace; mi mente, incluyendo todos mis pensamientos e ideas; mis ojos, incluyendo las imágenes de todo lo que contemplan; mis sentimientos, sean cuales puedan ser: ira, dicha, frustración, amor, desilusión, entusiasmo; mi boca y todas las palabras que salen de ella: corteses, dulces o groseras, correctas o incorrectas; mi voz, fuerte o suave; y todos mis actos, ya sea que estén dirigidos hacia otros o hacia mí misma.
Soy dueña de mis propias fantasías, mis sueños, mis anhelos, mis temores.
Soy dueña de todos mis triunfos y éxitos, de todos mis fracasos y errores.
Debido a que soy dueña de todo lo mío, puedo llegar a conocerme íntimamente. Al hacerlo, puedo amarme y ser amigable conmigo en todas mis partes. Entonces puedo hacer que a todo lo mío le sea posible trabajar en función de mis mejores intereses.
Sé que hay aspectos de mí misma que me intrigan y otros aspectos que no conozco, pero mientras sea amigable y amable conmigo misma, puedo buscar valiente y con esperanza las soluciones a los enigmas, así como maneras de descubrir más acerca de mí.
Me vea como me vea y suene como suene, lo que diga y haga, y lo que piense y sienta en un momento dado, soy yo. Esto es auténtico y representa dónde estoy en ese momento del tiempo.
Cuando más adelante mire en retrospectiva cómo me veía y sonaba, qué decía y hacía, y cómo pensaba y me sentía, algunas partes pueden resultar inadecuadas. Puedo descartar lo inadecuado y conservar lo que demostró ser adecuado, e inventar algo nuevo para reemplazar lo que descarté.
Puedo ver, oír, sentir, pensar, decir y hacer. Tengo las herramientas para sobrevivir, para estar cerca de los demás, para ser productiva, para comprender el sentido y descifrar el orden del mundo de la gente y las cosas fuera de mí.
Me pertenezco y por lo tanto puedo guiarme.
Yo soy yo y así estoy bien.

Virginia Satir