lunes, 24 de mayo de 2010

Cables que se cruzan. Ideas que fluyen y pienso: es muy fácil fingir.
Fingir la felicidad, fingir con una persona que, en realidad, no soportas.
O no ? No sé, depende del contexto, supongo.
Quizás más tarde lo entienda.
Aunque puede que mejor sea que no.

Bueno, soy joven. Tengo la vida por delante como dicen nuestros viejitos.
Pero eso no significa que no sepa de lo que estoy hablando
Al menos, no siempre.
A veces, las circunstancias te hacen olvidar sensaciones, percepciones, facultades
La serenidad, la esperanza o seamos claros, las ganas de vivir.
En la tele, he visto rostros de niños tristes, con la mirada ausente
De quien sabe que nada bueno le está esperando.

De eso, estoy hablando, de cosas graves que dejan marcas
De cosas, que arrastramos para siempre.
Cicatrices con las que tenemos que aprender a vivir
Y eso, solamente, si salimos adelante.
Porque los hay que se pierden en el camino
O que ni siquiera llegan a alcanzarlo.

Por eso, digo que si la vida te da otra oportunidad
O, mejor dicho, que si tú decides luchar para poner las cosas en su sitio
Nunca escuches a los demás
Y deshazte de los que no te aportan nada bueno
De los que sólo buscan atraerte con sus malas mañas

Sé cauteloso
y tampoco dejes que el azar decida por ti
Pero nunca te cierres, permite que la gente que te quiere bien, te dé una mano

Ya sé,
Es difícil distinguir lo bueno de lo malo y fácil caer
Sobre todo cuando hasta lo más pequeño te causa vértigo

En fin, sólo fíate de tu instinto
Pues, él siempre sabe
Quién y qué te conviene
Porque está ahí para protegerte
y nunca te dará la espalda