Vuelvo a esconderme en mis alas, a ocultarme en mi silencio. A sepultar esas ansias,
de querer alzar el vuelo.
Vuelvo a sentir esa nada, que me congela este cuerpo, que no permite emprender mi vuelo.
Vuelvo a querer olvidar mi mundo por un instante, y no tener sentimiento alguno. Que se clavan como dagas, y me devoran por dentro.
Vuelvo a sentirme una esclava, de un destino arduo, austero.