Yo soy yo.
En todo el mundo, no hay nadie más exactamente igual a mí. Hay gente que tiene algunas partes iguales a las mías, pero nadie da como resultado alguien exactamente igual a mí. Por lo tanto, todo lo que sale de mí es auténticamente mío por que yo sola lo elijo.
Yo soy dueña de todo lo que me concierne: mi cuerpo, incluyendo todo lo que hace; mi mente, incluyendo todos mis pensamientos e ideas; mis ojos, incluyendo las imágenes de todo lo que contemplan; mis sentimientos, sean cuales puedan ser: ira, dicha, frustración, amor, desilusión, entusiasmo; mi boca y todas las palabras que salen de ella: corteses, dulces o groseras, correctas o incorrectas; mi voz, fuerte o suave; y todos mis actos, ya sea que estén dirigidos hacia otros o hacia mí misma.
Soy dueña de mis propias fantasías, mis sueños, mis anhelos, mis temores.
Soy dueña de todos mis triunfos y éxitos, de todos mis fracasos y errores.
Debido a que soy dueña de todo lo mío, puedo llegar a conocerme íntimamente. Al hacerlo, puedo amarme y ser amigable conmigo en todas mis partes. Entonces puedo hacer que a todo lo mío le sea posible trabajar en función de mis mejores intereses.
Sé que hay aspectos de mí misma que me intrigan y otros aspectos que no conozco, pero mientras sea amigable y amable conmigo misma, puedo buscar valiente y con esperanza las soluciones a los enigmas, así como maneras de descubrir más acerca de mí.
Me vea como me vea y suene como suene, lo que diga y haga, y lo que piense y sienta en un momento dado, soy yo. Esto es auténtico y representa dónde estoy en ese momento del tiempo.
Cuando más adelante mire en retrospectiva cómo me veía y sonaba, qué decía y hacía, y cómo pensaba y me sentía, algunas partes pueden resultar inadecuadas. Puedo descartar lo inadecuado y conservar lo que demostró ser adecuado, e inventar algo nuevo para reemplazar lo que descarté.
Puedo ver, oír, sentir, pensar, decir y hacer. Tengo las herramientas para sobrevivir, para estar cerca de los demás, para ser productiva, para comprender el sentido y descifrar el orden del mundo de la gente y las cosas fuera de mí.
Me pertenezco y por lo tanto puedo guiarme.
Yo soy yo y así estoy bien.
Virginia Satir
4 comentarios:
Profundo y sabés que en este momento me llega, lo sabés...
Algo de lo que estuve pensando el sábado y creo que es parte fundamental de todos el aceptarlo.
Gracias...por estar ahi.
P.D. no que no al blog!!!
Muchas Veces lo olvidamos...
Buen texto, sobretodo con frases que nos invitan a crecer y a recordar que hay que darnos nuestro lugar.
El primer paso a la felicidad es el auto conocimiento
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