He cometido muchos errores, tantos que perdí la cuenta. Algunos me fortalecieron, otros ni siquiera los recuerdo... existen los que me avergüenzan tanto que prefiero olvidarlos. Cada uno me ha dejado un perceptible aroma que me induce a controlar mis imperfecciones, ese momento preciso en que pensé que no volvería a equivocarme; sin embargo...otra vez erré. Me parece que hay temporadas para seguir los impulsos que rigen al momento, cuando el tiempo no cobra por errar; cuando todo pasa sin recibirse. Hoy he aprendido que debo pensar mis acciones dos veces, quizá tres, tener más afinado ese instinto que me hace escoger la mejor fruta del mercado, aquélla que se ve igual a todas pero que entre tantas es la casi perfecta. Hay otros que me causan remordimiento, Me parece que éstos son de los peores; no contar con esa oportunidad que a veces da la vida de reparar el daño causado. Hay errores que marcaron mi vida para siempre. Existen los que se pueden corregir con simplemente deshacer un bordado y recrear la puntada; o rallar el cuaderno y volver a escribir. Quizá la tela se dañe, las notas se ensucien pero al final todo parece sin un deterioro. No es posible ir por el camino tan solo haciendo aciertos, debo cometer fallas, errores para tener un valor de la vida, del amor, de la familia y de todas aquéllas oportunidades que se me presentan para enmendar, hacer a un lado las piedras que me tropezaron.
Existen diferentes tipos de errores, de fallas y desaciertos; no importa cómo se clasifiquen... a mi, me parece, que todos se pagan caro.
Existen diferentes tipos de errores, de fallas y desaciertos; no importa cómo se clasifiquen... a mi, me parece, que todos se pagan caro.
Lo siento.... No era mi intensión!!!!